Las montañas de Laurentides se han convertido en el sitio de
predilección de los montrealeses y de sus vecinos del nordeste americano.
Los viajeros pueden explorar la multitud de senderos que serpentean
el bosque, descubrir encantadores pueblos colgados de las colinas,
saborear platos gastronómicos que no tienen nada que envidiar a
las mejores mesas de Montreal.
Los senderos de marcha larga y de bicicleta abundan en la región.
Nada como tal para descubrir la impresionante riqueza de la fauna
y la flora.
Ekocamp está situado justo al lado del Parque de Mont-Tremblant,
una de las maravillas de las montañas Laurentides. Este gigantesco
parque se extiende 1 500 kilómetros cuadrados. Cuenta con 400 lagos,
siete ríos e incontables arroyos. Las actividades son numerosas
y variadas. Canoa, canoa-camping, bicicleta de montaña, pesca, natación,
picnic, excursión, esquí de fondo, son algunas de las actividades
que se ofrecen en la majestuosa tranquilidad de la montaña.
Para llenarle la boca de agua, he aquí algunas de las actividades
apasionantes para ustedes, los padres, mientras sus hijos estarán
divirtiéndose en Ekocamp.
Venga y admire la belleza pintoresca del pueblo de Mont-Tremblant, el esplendor del lujoso resort al pie de la montaña, y las tiendas y restaurantes de Mont-Tremblant no muy lejos.
"Paseos arquitecturales"
Excursiones urbanas que permiten descubrir a pie la gran riqueza
arquitectural de Montreal. Héritage Montreal, Tel: (514) 286-2662
Fax: (514) 286-1661.
El Biodôme de Montreal, donde se accede en sonido e imagen al mundo fascinante de cuatro ecosistemas diferentes: el bosque tropical, el bosque laurenciano, el Saint-Laurent marino y el mundo polar del ártico y del antártico.
Su colección de 21 000 especies de plantas y de variedades cultivadas,
sus 10 invernaderos, sus 30 jardines temáticos, su equipo de investigadores
y su personal competente (algunos de los cuales organizan las actividades
para el público) hacen del jardín botánico de Montreal una de las
exposiciones más importantes y más espectaculares del mundo.
Saludado por la crítica del Chicago Tribune como el mejor festival
de jazz del mundo. Más de 400 espectáculos, de los cuales 300 son
conciertos gratuitos en pleno corazón de Montreal.
Montar en barco-jet en los rápidos de Lachine, uno de los sitios
históricos de Montreal. Esta aventura acuática en el río San Lorenzo
promete 90 minutos asombrosos, inolvidables, espectaculares…
¡Hay que verlo!
El Oratorio San José es reconocido como uno de los grandes templos
de oración del mundo. Al igual que los sitios sagrados de otros
países, el oratorio atrae visitantes en búsqueda de un remanso de
paz, de una experiencia espiritual o de la oportunidad de visitar
un lugar turístico codiciado.
Costeando el río a lo largo de 2,5 kilómetros, el Viejo Puerto de
Montreal es un sitio turístico único en su género, de renombre internacional.
Restaurado por el gobierno canadiense, ha sabido guardar su encanto
marítimo y constituye, con el Viejo Montreal, el barrio turístico
más grande de América del Norte
Espectáculo
de fuegos artificiales
Cada año, de mediados de junio a finales de julio, Benson &
Hedges Internacional presenta unos ocho espectáculos de fuegos artificiales
donde la música marca el ritmo hasta el espectáculo grandioso de
clausura. La participación de numerosos competidores internacionales
hace de este evento uno de los más importantes del mundo.
El Casino : el sello de Europa en una ciudad norteamericana.
La construcción del Parque Olímpico remonta a los Juegos de verano
de 1976. Una vuelta de funicular lo conducirá a la cima de su torre
inclinada, la más alta del mundo en su estilo, desde donde la vista
lo dejará sin aliento.
Fundado en 1860, el Museo de Bellas Artes de Montreal fue el primer
museo creado en Montreal. Su colección permanente de obras de la
antigüedad a nuestros días hace de él un museo de calibre internacional
al cual se añaden los testimonios admirables del arte canadiense.
El nuevo pabellón con su sorprendente arquitectura recibe las exposiciones
flotantes.
A la manera de sus primos de París que serpentean el Sena, estas
embarcaciones ultramodernas con techo de vidrio pueden navegar en
aguas inaccesibles a los barcos tradicionales. Este pequeño paseo
le ofrece una vista incomparable del Viejo Montreal, las esclusas
renovadas del Canal Lachine, las islas Notre-Dame y Santa Helena
y lo desliza suavemente río abajo por las secciones menos turbulentas
de los rápidos